He visto en fechas recientes 2 películas "room". Películas de habitáculo. Claustrofóbicas y casi siempre con cierto grado elevado de perversión.
Una de ellas se titula: "The killing room", del año 2009. Dirigida por Jonathan Liebesman. El pretexto utilizado es el programa MK ULTRA de la CIA. Este programa que existió realmente, y casi tan viejo como la propia CIA, tenía como interés principal el control mental. El tal programa secreto, por supuesto, fue dado a conocer a la ciudadanía por la comisión presidencial Rockefeller en 1975. En realidad, las drogas fueron el catalizador más utilizado en los experimentos (así como la privación de sueño). Pero en la película plantean una utilización maquiavélica, por simple, del control mental, encerrando a los sujetos de estudio en una sala. Los sujetos fueron atraídos por razón monetaria de un anuncio en el periódico.
La película es más que solvente, y cabe destacarlo teniendo en cuenta el "bajo presupuesto" que se manejó. Lo cierto es que resulta acertada, estimulante y precisa, tanto en la dirección, como en la producción, en las interpretaciones, en el guión. Es una propuesta brillante y sencilla, que reflexiona de forma directa sobre viejos temas: lo innato de la supervivencia, lo social, lo individual, el Estado, los gobernantes, los guardianes, la ciencia, el miedo, la muerte...En su traca final se añade el "descubrimiento" de la apoptosis social como instrumento de selección "quasi" natural.
Insisto, está llevada de forma sutil y elegante y sin complejos. Sin duda lo menos importante de la película es en sí "la conspiración"...el proyecto MK ULTRA y demás zarandajas. Lo relevante son los sujetos del experimento, sus reacciones y el experimento en sí mismo. La coartada política del final es prescindible y separable de un resultado más profundo e importante, que como siempre os dejo que alcancéis por vuestros propios medios.
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